Sueño y realidad

Los Siglos de Oro de la literatura española ofrecen abundante material a la reflexión filosófica, desde sus místicos y el Quijote, hasta Quevedo o Gracián. En este aspecto, Calderón es el que sobresale cuando nos acercamos al teatro.

Desde la vivencia reflexionada y el símbolo, con espléndidas metáforas escénicas y discursos de estudiada oratoria, partiendo del juego barroco entre el sueño y la realidad y de la lucha de contrarios que, como ideas-fuerzas, vertebran y tensionan el mundo en el que vive, Calderón lleva a cabo una investigación metódica y dramatizada de qué es en definitiva lo real hacia lo que orientarse.

Rivera de Rosales estudia primero la comprensión calderoniana de la realidad ontològica del mundo, que nos conduce al desengaño. En segundo lugar, se recorren los diversos conflictos que ponen en duro aprieto la afirmación central de la libertad y sus obras. Y pro último, la tesis fuerte del teísmo, que tanta polémica teológica, filosófica y política levantó en esos siglos por su difícil conciliación con la libertad humana, lo cual ejerció una influencia decisiva en la conciencia moderna.